El vocero de No+AFP, Luis Mesina, aseguró que no hay una convicción del Ejecutivo respecto de su propio proyecto. En tanto, el economista de la Fundación Sol, Gonzalo Durán, indicó que se podría repetir la negociación con el proyecto de las 40 horas.
En conversación con el programa Mesa Central de Canal 13, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, se refirió al trabajo que se está realizando desde el Ejecutivo para viabilizar la reforma previsional. De acuerdo al secretario de Estado, esta labor ha estado concentrada en la cartera de Trabajo, donde “la ministra Jeannete Jara está liderando un esfuerzo por generar un diálogo genuino”.
Marcel además recordó que el proyecto lleva siete meses en el Congreso y que “lo tuvimos todo el verano paralizado, porque después de aprobarse en general, se quiso crear una instancia técnica, para que se propusieran indicaciones y la oposición no concurrió”, indicó.
“Ahora, sin embargo, creo que se han producido más acercamientos. Nosotros hemos estado trabajando en buscar respuestas alternativas, buscar distintas formas de llegar al objetivo, que creo que todos compartimos, que es mejorar las pensiones futuras y también mejorar las de los actuales jubilados”, afirmó.
Dichas declaraciones se dan en un contexto complejo, ya que desde la sociedad civil, la Coordinadora No+AFP, ha acusado al Ejecutivo de renunciar completamente a su propuesta previsional original.
Para abordar esta idea, Radio y Diario Universidad de Chile conversó con el vocero del movimiento, Luis Mesina, quien aseguró que “el Gobierno está cediendo a las presiones que ha hecho la oposición y el gran empresariado”.
“Renunció no solamente a las cuentas nocionales, sino que también a los fundamentos principales que tenía su propuesta, que era un sistema mixto, bastante conservador y limitado, pero que por lo menos avanzaba hacia un sistema de seguridad social real, con este famoso aumento del 6%”, afirmó.
Asimismo, Mesina planteó que no existe una convicción de parte del Ejecutivo con su propia reforma, “que para su implementación requerían un poco de inteligencia, o en otras palabras, generar los recursos”.
“No es cierto que todo dependa de la reforma tributaria, porque para aumentar la Pensión Garantizada Universal a los 250 mil pesos, el Gobierno tiene en sus manos ciertas facultades, como acabar con ciertas exenciones tributarias o redirigir ciertos ingresos que están contemplados en el presupuesto de la nación”, manifestó.
De acuerdo a Mesina, esta renuncia del Gobierno a la reforma previsional se ha evidenciado en declaraciones de los ministros a la prensa, como las del propio Marcel, que tras un viaje a Washington dijo que “el Gobierno no está enamorado de su proyecto de pensiones”.
“Esa fue la primera estocada. La segunda fue la del propio Presidente Gabriel Boric, que en un anuncio poco después de eso, señaló claramente que lo importante en una reforma era el tema de la heredabilidad y el tema de la elección. O sea, el Presidente Gabriel Boric hace suyo lo que Bernardo Fontaine y el grupo ‘Con mi plata no’ han estado metiendo como caballito de batalla”, señaló.
El vocero de la Coordinadora No+AFP además se refirió a una marcha convocada por la organización el próximo 23 julio, instancia en la que pretenden evidenciar los problemas que está teniendo la reforma en su tramitación.
“La ciudadanía tiene que comprender que aquí no hay posibilidades y que no tenemos que tener ninguna confianza en que, de una negociación entre la ministra del Trabajo y los dueños del país, vaya a salir algo positivo para el mundo del trabajo”.
“Todo lo que se logre ahí van a ser propuestas de medias tintas, que no van a tener absolutamente ningún asidero y no va a ser más que un acuerdo para consolidar el modelo privado de capitalización, que a 42 años ha mostrado ser un absoluto fracaso”, aseveró.
Fundación Sol: “Si se rompe este paradigma de la solidaridad, las pensiones van a seguir siendo bajas”
El economista de la Fundación Sol, Gonzalo Durán, coincidió con Luis Mesina, en lo referente a la postura del Gobierno. A su juicio, el signo más relevante de la renuncia del Ejecutivo, fue su apertura a transar en las cuentas nocionales.
“Ya se ha puesto sobre la mesa que es negociable, que en realidad no es que vaya a ir todo al seguro social, sino que también puede ir a la capitalización individual y eso sin duda son señales concretas que nos dicen que en realidad este Gobierno está cediendo aún más de lo que ya había hecho en un comienzo”, dijo.
En esa misma línea, Durán aseguró que es muy difícil concretar un seguro social sin el mecanismo de las cuentas nocionales, “porque la otra manera que existiría para mejorar las pensiones es yendo por el lado de las pensiones no contributivas, que sería básicamente hacer la PGU que sea realmente universal y tratar de mejorar mucho más el monto”.
“Para eso, tendría que haber una reforma tributaria que estuviera a la altura de financiar algo así y tampoco hemos visto que se pueda ir por ese camino”, añadió.
Durán además planteó que la única manera de subir las pensiones actuales, es agregar un componente solidario que deja atrás el modelo que solamente contempla la capitalización individual.
“Si seguimos con eso y se rompe este paradigma de la solidaridad, lo que va a suceder es que las pensiones van a seguir siendo bajas hoy en día y quizás, uno podría esperar, que las pensiones en 30, 40 años más, sean mejores, producto de este mayor porcentaje de capitalización individual. Sin embargo, también hay un tema de fondo, que es que el sistema financiero década tras década viene reduciendo la rentabilidad que obtienen los fondos de pensiones”.
“Si la rentabilidad en los años 80 era de un 12%, en los 90 ya era un 10, en la década del 2000 era un 6%, en la década del 2010 un 4,8 y en la década actual un -2,6%. O sea, esto viene con una tendencia a la baja que lo que nos avizora es que las pensiones en el futuro van a ser peores de lo que han sido hasta el momento”, advirtió.
Por último, consultado respecto a lo que podría pasar con esta reforma previsional, Durán señaló que lo más probable es que se repita la historia de las 40 horas y el royalty minero.
“Las 40 horas no fueron solo una reforma que bajara la jornada, sino que también estableció un fuerte componente de flexibilidad. Lo mismo vimos en el royalty, que establece un royalty, pero repone, por ejemplo, componentes tributarios para que las empresas puedan tratar de aminorar el pago que tienen que hacer. Entonces, si uno sigue más o menos esta tendencia que ha hecho el Gobierno con sus negociaciones lo más probable es que en la reforma previsional pase algo similar”.
Crédito: Fernanda Araneda – Diario UChile