La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos destacó en Ginebra el privilegio que ha sido para ella ostentar el cargo durante cuatro años, marcados por la pandemia, cambio climático, polarización, crisis sociales e incertidumbre económica.
“Debemos hacer todo lo posible por evitar una gran fractura y mantener el sistema universal, continuar un mundo multipolar con fuertes instituciones multilaterales y un respeto global a la ley internacional”, destacó la expresidenta chilena ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU reunido en Ginebra, Suiza este martes, habida cuenta que su mandato finaliza oficialmente este miércoles 31. En el contexto actual, afirmó, la defensa de los derechos humanos no resulta una tarea sencilla “pero es la única que nos llevará a un futuro en el que paz, desarrollo, igualdad y justicia venzan a la guerra, la desigualdad y la discriminación”, aseveró. El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que celebró hoy una reunión de preparación para su 51ª sesión de septiembre y octubre, consagró buena parte de esta sesión a rendirle un cálido y sentido homenaje a la alta comisionada y al trabajo que ha realizado, el que muchas delegaciones nacionales no dudaron en calificar como “óptimo y sobresaliente” pese a haber estado marcado por muy difíciles circunstancias.
“Hubiéramos querido que mantuviera otro mandato en su posición, la vamos a extrañar, pero como consuelo nos queda la certeza de saber que seguirá haciendo historia, esté donde esté”, afirmó el embajador argentino Federico Villegas, presidente de turno del Consejo para el año 2022. “En cualquier espacio que le toque ocupar a futuro ella seguirá velando por los derechos humanos, proyectando su ejemplo e inspirando la lucha de todos los que buscan un mundo mejor”, aseguró el diplomático rioplatense.
Por su parte, Bachelet subrayó que su mandato ha estado, efectivamente, signado por crisis como la derivada de la pandemia de covid-19, por los desafíos del cambio climático, y más recientemente, por “la incertidumbre económica, con aumento de precios de los alimentos y combustibles, que se ha exacerbado con la crisis en Ucrania”. De hecho, lamentó que el conflicto ucraniano “haya incrementado la polarización y las tensiones en el mundo” y recordó el aumento en los últimos años de movimientos de protesta en todo el mundo que “demandaron el fin del racismo estructural, la corrupción y el abuso del poder”.
Por lo pronto, Bachelet deja el alto cargo sin un sucesor designado aún, aunque en principio sus funciones pasarán temporalmente a manos de la jordana Nada Al-Nashif, alta comisionada adjunta. La propia ex presidenta chilena había confirmado la semana pasada que numerosas personalidades han presentado su candidatura, especialmente después que ella anunciara, en junio, que no aspiraría a un segundo mandato. Momento en que el portugués Antonio Guterres, secretario general de la ONU, manifestó: “Rindo un homenaje a su incansable trabajo y dedicación como jefa de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU. Estoy profundamente agradecido por su liderazgo excepcional y su fuerte compromiso con la realización de los derechos humanos para todos”. Fue también la ocasión en que el presidente Gabriel Boric reaccionó rápidamente a la noticia escribiéndole en Twitter: “¡Bienvenida de vuelta!”.
Aquello tuvo lugar tan sólo días después de haber realizado su controversial viaje a China, un periplo criticado acremente por organizaciones internacionales de derechos humanos, que arguyeron que Michelle Bachelet no supo aprovechar la instancia para denunciar contundentemente las violaciones de las libertades fundamentales en ese país. Peor aún: incluso algunas de esas ONG´s acusaron a la política socialista de haberse dejado manipular por el gobierno chino y expresaron que la maquinaria propagandista de Pekín “había usado” la visita de la alta comisionada para blanquear imagen internacional del gigante asiático en la materia.
En el momento de anunciar la renuncia a su alto cargo, el que ejerce desde septiembre de 2018, a través de un comunicado público Michelle Bachelet argumentó “razones personales” para haber tomado tal decisión. El anuncio de su retorno al país -”es hora de volver a Chile y a mi familia”, dijo- causó revuelo en el plano político chileno pues se producía en un momento clave del proceso constituyente y cuando faltaban pocas semanas para el plebiscito de salida convocado para aprobar la Nueva Constitución, el próximo domingo 4 de septiembre.
Y hace apenas un par de días, Michelle reiteró lo que ya había sostenido hace un mes cuando en el marco de su visita a Perú y entrevistada por la televisión del hermano país, se manifestaba por aprobar la Nueva Constitución chilena parafraseando una canción del cubano Pablo Milanés: “No es perfecta, mas se acerca a lo que siempre soñé”, señaló en la ocasión. Luego pasaría por Santiago y tendría, incluso, una reunión privada con el presidente Boric. Ahora, desde Ginebra y junto con afirmar que votará en esa ciudad suiza el domingo, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU reiteró su apoyo a la nueva propuesta constitucional de cara al plebiscito del 4 de septiembre. “Estoy por el Apruebo a la reforma a la Constitución”, señaló. En tanto, ha trascendido en Chile que Michelle Bachelet podría aparecer en la franja televisiva llamando a votar por la opción Apruebo justamente en el último día de la campaña, el jueves 1° de septiembre. Entonces ya podrá expresarse como ciudadana pues sus altas funciones en Naciones Unidas habrán concluido el miércoles 31 de agosto.
Crédito: Luis Hernán Schwaner – Diario UChile