Sobre la idea que toma fuerza en Socialismo Democrático, Ramírez consideró poco acertados algunos de los puntos que llama a reformar el PPD. En ello priorizó la modificación de textos legales para implementar la nueva Constitución post plebiscito.
Pese a que el Partido por la Democracia (PPD) viene impulsando desde el 13 de junio un acuerdo para comprometer reformas a la propuesta de Constitución previo al plebiscito del 4 de septiembre, la discusión ha tomado fuerza esta semana. Este lunes, las colectividades de Socialismo Democrático se reunieron previo al Comité Político Ampliado para abordar el documento elaborado por el PPD “Apruebo para Reformar”, que expone los puntos a modificar del texto escrito por la Convención. Entre ellos se propone llamar a la nueva Cámara como Senado de las Regiones; reponer el nombre del Poder Judicial; reponer el estado de excepción constitucional de emergencia; eliminar la posibilidad de reelección inmediata del Presidente(a) y eliminar la iniciativa parlamentaria en materias que tienen costo presupuestario.
La propuesta, que se seguirá profundizando entre las tiendas políticas de Socialismo Democrático en la reunión que ahora está agendada para todos los lunes a primera hora, no concitó el entusiasmo de Apruebo Dignidad y del Gobierno. No obstante, el presidente Gabriel Boric, en entrevista con radio Caricia de Melipilla este martes, evidenció una mayor apertura sobre el tema. “Hay que tener el plebiscito antes, pero no tengo ningún problema en que discutamos, conversemos y acordemos cuáles son algunas de las modificaciones que se puedan hacer”, afirmó.
“Lo importante es que las fuerzas progresistas, quienes quieren esta transformación, quieren un cambio, no estemos peleándonos entre nosotros”, añadió el mandatario.
Aquilatando la discusión, el diputado Matías Ramírez (PC) en conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, se mostró en desacuerdo con zanjar reformas previo al referéndum de septiembre, aduciendo que los esfuerzos deben estar puestos en la campaña por el Apruebo. “Adelantar el debate respecto a ciertas reformas me parece un tanto apresurado, considero que inclusive puede llegar a mayor confusión en la población que lo que más quiere conocer es precisamente el texto constitucional”, consideró.
En esa línea, el legislador dijo no compartir la premisa de que la apertura a reformar la propuesta de Constitución es lo que ha devenido en el ascenso del Apruebo. “Lo que me ha tocado ver en mi región es que este mayor apoyo se basa en conocer la propuesta, saber efectivamente qué indica el texto constitucional respecto a los derechos sociales, al rol del Estado, a la institucionalidad que se genera y eso a mi entender ha provocado que la gente entienda que estamos hablando de una propuesta constitucional que va en la senda de lo que requiere Chile para el siglo XXI“, afirmó.
Si bien dijo estar de acuerdo en que cualquier propuesta constitucional puede estar sujeta a modificaciones, consideró que establecer reformas antes del plebiscito, no sólo es apresurado, sino que “no va en la línea del esfuerzo que hay que hacer, que es que las fuerzas políticas que están con la convicción de aprobar este texto constitucional salgan a los territorios a explicar el mismo”.
En cuanto a las modificaciones que extiende el documento del PPD, Ramírez consideró que los elementos que establece el partido “no son acertados”. “Algunos han planteado por ejemplo la incorporación de un estado de emergencia, cuestión que me parece totalmente irrelevante porque dentro de los estados de excepción constitucional está precisamente contemplado una hipótesis bastante similar, y creo que sería redundar en una incorporación de esas características”, indicó.
“Hay algunos que han planteado que la Cámara de las Regiones se llame Senado de las Regiones, para mí es un tema semántico que no tiene ningún sentido ni urgencia en relación al texto constitucional, entonces al menos no veo esa importancia y esa necesidad de apresuradamente entrar a discutir reformas cuando aún muchos no conocen el texto constitucional y además, primero debemos velar por su aplicación para ver si efectivamente en ese contexto se requiere una modificación”, añadió el legislador.
En ese sentido, el diputado señaló que lo que sí requerirá la celeridad del Congreso es la modificación de textos legales que permitirán la implementación de la nueva Constitución. “Eso me parece mucho más acertado, por ejemplo, en la discusión de los derechos laborales, que tiene que avanzar en amplias reformas, por ejemplo, al Código del Trabajo, en lo que tiene que ver con la subcontratación, en lo que tiene que ver con el régimen sindical, cómo se va a hacer efectiva por ejemplo la negociación ramal, esa es la discusión que el Congreso debe estar dispuesto a dar de manera más rápida”.
“Quizás uno podría decir de reformas al texto Constitucional, bueno, me hubiese gustado quizás en aquellos elementos que refieren al estatuto de los minerales, que se hubiesen incluido ciertas discusiones que no lograron mayoría en la Convención Constitucional y uno podría ampliar efectivamente el marco del estatuto de los minerales en la Constitución, pero creo que hay elementos que hay que comenzar a discutir, Código de Trabajo, Código de Aguas, el nuevo sistema de previsión social en base a la reforma que viene a impulsar el Gobierno”, añadió.
Por lo demás, el representante de la Región de Tarapacá señaló que el debate sobre eventuales reformas al texto debe realizarse garantizando el mismo estándar democrático que ha caracterizado al proceso constituyente. “Cualquier reforma que sea profunda a la nueva Constitución o que modifique ciertos parámetros esenciales requiere un trabajo social importante, sea con organizaciones o directamente, por ejemplo del trabajo, con sindicatos, con la misma CUT, pero requiere que no se haga de espaldas a la ciudadanía”, sostuvo.
“Lo que se espera es evitar lo que durante mucho tiempo se conoció como la cocina, que efectivamente entre cuatro paredes, o en una estructura conocida, sea la Cámara de Diputados o el Senado, se acordaban ahí las reformas sin ninguna vinculación con las organizaciones sociales. Creo que eso es precisamente lo que hay que evitar llegada la discusión sobre esas reformas”, afirmó.