A través de una carta, el gobernador metropolitano señaló que el clima que se vive dentro del partido no permite conversaciones sanas ni constructivas. “Del debate de ideas pasamos a la descalificación personal”, afirmó.
El gobernador de la región Metropolitana, Claudio Orrego, renunció a la Democracia Cristiana (DC) tras militar 33 años en aquel partido.
Mediante un comunicado, el exintendente explicó las razones de su salida, entre las que se encuentran los profundos conflictos y divisiones que se generaron con los apoyos separados al Apruebo y Rechazo en el plebiscito del 4 de septiembre.
Además, Orrego aseguró que el clima que se vive dentro del partido no permite conversaciones sanas ni constructivas. “Esta ha sido una decisión triste, pero también muy meditada”, se lee en el texto.
“Me ha tocado ver cómo nuestra convivencia interna se fue destruyendo, hasta que nuestra “comunidad” partidaria simplemente pasó a ser irreconocible y hasta diría inexistente. Poco queda ese espíritu fraterno al que mi padre, Claudio Orrego Vicuña, dedicó ese lindo poema “Los Camaradas” en 1975″, expresó.
Y agregó que “del debate de ideas pasamos a la descalificación personal, de las diferencias ideológicas legítimas a grupos rivales irreconciliables, de la competencia necesaria a una guerra fratricida, de la lealtad a toda prueba a la deslealtad y la abierta traición”.
En esa misma línea, el gobernador de la RM se sinceró diciendo que “soy de los que trató de cambiar esta realidad desde las distintas responsabilidades que me correspondió ocupar, tanto dentro como fuera del partido, y siento que no pudimos revertirlo. Por cierto, respeto mucho a los que siguen intentando cambiar esto desde adentro, con tanta generosidad como coraje”.
“Yo ya me desafecté y no quiero seguir invirtiendo las energías que me quedan en un ambiente donde ya no siento que se viva un espíritu comunitario y de respeto mínimo que se necesita para hacer política juntos”, ratificó convencido.
No obstante, la autoridad descartó rotundamente retirarse de la política, y afirmó que “es mi vocación del alma, y a la cual espero dedicar los años que me quedan de vida”.
“Nuestro país vive momentos muy difíciles, y van a exigir de nosotros una gran dosis de patriotismo y compromiso (…) la creciente inseguridad por el aumento del crimen organizado y la violencia, se suma una situación económica muy precaria, una crisis institucional que aún no terminamos de resolver, un deterioro grave de nuestra convivencia, y un creciente populismo polarizante de extrema izquierda y de extrema derecha”, finalizó en su mensaje.
La renuncia de Claudio Orrego marca el punto álgido de crisis que se vive dentro de la DC, luego de que sus principales líderes hicieran guiños constantemente durante la campaña del Rechazo con el movimiento en ese entonces y ahora partido en formación Amarillos Por Chile.
Crédito: Diario UChile